miércoles, 12 de septiembre de 2012

Érase una vez unas Galletas...

Cada David tiene su Goliat y el mío, culinariamente hablando, ha sido hacer galletas caseras. Año tras año, por Navidad, llegaba el momento galleta y por más recetas que probaba, por más veces que lo intentaba, el resultado siempre era el mismo : unas galletas buenas de sabor, pero tan, tan duras, como el hormigón armado!! Podían utilizarse como ladrillos para construir casas o como armas arrojadizas, no eran aptas para personas con dentadura postiza, bueno, ni con dentadura normal.

Pero pese al fracaso, año tras año, Navidad tras Navidad, mi naturaleza cabezota (muy, muy cabezota) hizo de esta cruzada algo personal, y cual Escarlata O'hara juré que conseguiría hacer unas galletas caseras aunque terminara con toda el harina del mundo!!

Y pasaron los años, las recetas y todo seguía igual. La dureza de mis galletas se hizo legendaria y mi madre (cocinera de profesión) se negaba a probar ninguna más de ellas, decía que su dentista no se lo permitía .

Pero un día fui con una amiga a un curso de decoración de Cupcakes ( son esas magdalenas tan monas decoradas, que te da pena comértelas... bueno, a mi no) y hablando con la profesora del curso surgió el tema galletero, le conté las veces que lo había intentado, las miles de recetas probadas y la mujer, más maja que las pesetas, me dijo que ella me daría su receta de galletas y que ya vería como esta vez saldrían ricas.

Cuando volví a casa después del curso,allí estaba, en mi email ,la preciada receta de las galletas, así que me ansié ( me pasa siempre que quiero probar una nueva receta), fui corriendo al supermercado, compré todo lo que necesitaba para hacerlas y me puse manos a la obra. Empecé a mezclar todos los ingredientes y a medida que iba añadiéndolos al bol, me di cuenta que no aparecía azúcar en la receta, me pareció raro, puesto que la mayoría de las recetas que había probado llevaban azúcar, pero como me la había dado una repostera profesional decidí seguir adelante siguiendo fielmente las instrucciones del mail. Una vez mezclado todo y amasado durante 1h o más, metí la masa en el frigorífico durante 2 horas, y transcurridas estas, la alisé con un rodillo, la corté con diferentes moldes y las horneé. Tenían un aspecto fabuloso, eran perfectas, ya me veía rozando el cielo galletero, pero OH, cruel destino!! Cuando fuimos aprobarlas, la textura era perfecta pero...no sabían a Nada, sosas No, lo siguiente ... Mi gozo en un pozo, de nuevo.

Tras este nuevo descalabro culinario, pensé en abandonar la búsqueda de la galleta casera, pero antes de ello escribí a la profesora contándole el resultado de su receta y preguntándole que podía haber pasado. Y efectivamente, se había olvidado de poner en la receta el azúcar ( Genial, todavía había esperanza!!).  Con este nuevo dato repetí la receta y esta vez SI!! Las galletas estaban buenísimas, dulces, algo mantecosas y se podían comer sin peligro de quedarte sin dentadura.

 Esta es la historia de como vencí a mi Goliat particular, fue una lucha encarnizada y se perdieron muchas galletas por el camino...pero al final mereció la pena el esfuerzo.

Aquí os dejo la receta, espero que os guste:

RECETA DE GALLETAS CASERAS

Ingredientes :

750 gr de mantequilla a temperatura ambiente
1500 gr de harina tamizada ( pasar  harina por un colador )
450 gr de azúcar glass ( la podéis comprar o con un molinillo de café moléis el azúcar normal )
4 huevos
1 pizca de sal
1 pizca de vainilla ( venden ramas de vainilla, rayáis un poco y lo agregáis con el resto de ingredientes)

Preparación:

1) Ponemos todo en un bol, y lo mezclamos todo con las manos .

2) Una vez que la mezcla tenga algo de consistencia la pasamos a una superficie plana  y se amasa la mezcla mezclando bien todos los ingredientes hasta que se vaya formando una masa consistente ( similar a  plastilina) , tenéis que amasar durante un buen rato, hasta conseguir este resultado.
3) Conseguida la masa, la hacemos una bola, la envolvemos con papel transparente y la metemos al frigorífico 2 a 3 horas para que coja consistencia.
4) Pasadas este tiempo sacamos la masa del frigorífico, la amasamos con un rodillo (previamente le hemos echado harina para evitar que la masa se nos quede pegada a él ) , dejamos la masa como con 1 cm de grosor más o menos y vamos cortándola con los distintos moldes.
5) En una bandeja de horno forrada con papel de horno ( similar al papel vegetal) ponemos las galletas separadas unas de otras un poco, no conviene apelotonarlas mucho. Y metemos la bandeja en la posición media del horno, a una temperatura de 180 ºC de 15 a 20 min, personalmente no dejo que se doren mucho las galletas porque si no se quedan más duras, pero eso va en el gusto del que las hace.
6) Se dejan enfriar, y tan ta ta chan!! Ya tenéis vuestras galletas caseras.

Consejo: Sale un montón de masa para galletas, podéis o bien congelar la que no utilicéis o dividir las medidas de los ingredientes a la mitad, para que os salga menos cantidad de masa.

Otro día os propongo ideas para decorarlas, espero que os gusten.

El sitio donde hice el curso es : http://www.lagalletaprometida.com/


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